Tras la contracción del Producto Interior Bruto (PIB) de 5,1% observada en 2023, se estima que la actividad económica nacional experimentó un rebote del 0,9% en el año 2024 y se proyecta una nueva caída del PIB de 1,6% en 2025, seguida de una recuperación gradual durante el bienio 2026-2027, con tasas de crecimiento proyectadas de 0,2% y 1,2%, respectivamente.
Evolución de la actividad económica mundial
Según las últimas estimaciones del FMI, el crecimiento de la economía mundial se moderó al 3,3% en 2024, tras expandirse un 3,5% en 2023. Esta desaceleración refleja principalmente el menor dinamismo de las economías emergentes y en desarrollo, que crecieron un 4,3%, particularmente en China e India; mientras que las economías
avanzadas registraron un repunte marginal al 1,8 %, gracias al sólido desempeño de Estados Unidos (2,8%), sostenido por un consumo robusto y estímulos fiscales persistentes. En contraste, la zona euro mantuvo un crecimiento limitado de 0,9%, afectada por condiciones financieras restrictivas y elevados costes energéticos.
África subsahariana mostró una recuperación moderada, con una expansión del PIB de 4,0%, apoyada por mejores términos de intercambio y cierta normalización macroeconómica.
Para 2025, el FMI proyecta una nueva desaceleración del crecimiento global hasta el 2,8%, debido a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y al efecto rezagado del endurecimiento monetario. A partir del 2026, se anticipa una recuperación gradual hacia un crecimiento promedio del 3,1%, condicionado a una desinflación ordenada y una eventual relajación de las políticas monetarias.
En 2024, el índice de precios de materias primas del Banco Mundial se redujo un 2,7%, arrastrado principalmente por la caída del componente energético (-5,1%), que compensó el aumento de los precios de las materias primas no energéticas (+2,0%) y de los metales preciosos
(+22,3%). La corrección en los precios energéticos respondió al descenso de las cotizaciones del crudo (-2,5%) y del gas natural (- 15,0%), en un contexto de menor demanda global y mejoras en eficiencia energética.
De cara al periodo 2025–2027, el FMI anticipa una moderación paulatina de los precios internacionales, con una variación media anual del 1,7%. Se proyecta una caída sostenida en los precios de la energía, una estabilización progresiva en las materias primas no energéticas y una corrección gradual en los metales preciosos, conforme se reduzcan los riesgos geopolíticos y financieros.