La medición de la pobreza es fundamental en el estudio del bienestar de las familias. La pobreza monetaria se preocupa por aquellos hogares en los que los ingresos no alcanzan para solventar las necesidades básicas: en términos de alimentación y también en servicios como el agua potable, vivienda y educación. La pobreza multidimensional logra un enfoque integral y estructural de las condiciones de vida de ellas.
Los organismos internacionales, como el Banco Mundial, han adoptado metodologías para el cálculo de estos indicadores, aplicables en todo el mundo para obtener indicadores comparables entre países. No obstante, teniendo en cuenta las particularidades de cada país, es aconsejable que cada uno de ellos adopte una metodología adaptada a sus necesidades y a su disponibilidad de información para la medición de la pobreza multidimensional con el fin de reflejar mejor su situación.